APUESTA

Esta semana, mientras escuchaba la radio en el coche, de camino al trabajo escuché una noticia merecedora de un post:

Jon Mattews, un inglés de 58 años, a quien sus médicos le diagnosticaron un agresivo cáncer, apostó 5.000 libras a que sobreviviría más allá del tiempo pronosticado por los galenos.

“Los médicos me habían dicho que no hiciera planes para Navidad, pero aquí sigo todavía”.

En abril de 2006, doctores del Hospital Harefield (en Middlesex, Inglaterra) le diagnosticaron un cáncer conocido como mesotelioma y asociado a la alta exposición al asbesto. Por lo general, los pacientes con este diagnóstico no viven más allá de 25 meses.

¿Qué clase de persona obtiene este diagnóstico, y se dirige a una casa de apuestas? ¿un optimista? Quiero pensar que sí, porque es maravilloso.

Es genial que ante la peor noticia que sin duda te pueden dar respecto a tu persona, -y quizás por eso se ha publicado en prensa- tomes el camino a la casa de apuestas para plantarle cara al destino con este brindis de optimismo.

La agencia de apuestas William Hill no tuvo más remedio que pagar la apuesta convenida, en la que las probabilidades eran 50 a 1 a que Mattews fallecía antes de este límite.

Otra reflexión...¿qué clase de empresa se presta a aceptar esta apuesta?

Me imagino a una persona disfrazada de muerte, con su guadaña y su túnica negra, con manos de esqueleto, detrás de una ventanilla, cogiendo con avaricia las 50 libras.

“Nunca antes, en treinta años en este negocio, me había sentido tan complacido de pagar una apuesta a un cliente” ha declarado el responsable de la agencia.

Veo su cara de esqueleto dentro de la capucha negra de su túnica, esbozando una sonrisa de medio lado, mientra añade “hemos aceptado esta apuesta porque podía convertirse en un estímulo para que Mattews luchara por salir adelante” .
¿En serio creen que una persona que recibe una noticia así y acude a apostar que el diagnóstico no se cumplirá, necesita estímulos???

Según el paciente, la mitad del dinero (un premio total de unos 6000 €) la donará a una fundación que lucha contra el cáncer y la otra mitad la gastará en su cuidado y caprichos.

Dijo que siempre soñó con practicar Puenting.